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Max Verstappen se ha sincerado sobre los desafíos que presenta el paquete RB20 de Red Bull en lo que va de la temporada, y el actual campeón del mundo tiene la esperanza de que lo peor de los problemas del equipo ya haya quedado atrás.
Verstappen comenzó la campaña 2024 con siete victorias en las primeras 10 carreras, lo que lo coloca en camino de reclamar un cuarto título mundial y a Red Bull en una posición privilegiada para lograr otro doblete de campeonatos.
Sin embargo, una combinación de Red Bull tomando un giro equivocado con el desarrollo del auto y equipos rivales, particularmente McLaren, haciendo progresos significa que la situación luce bastante diferente de cara a las dos secuencias finales.
La ventaja de Verstappen sobre Lando Norris en el campeonato de pilotos se sitúa en 52 puntos, mientras que Red Bull perdió el liderato de constructores ante McLaren en el reciente Gran Premio de Azerbaiyán y ahora se encuentra a 41 puntos de distancia.
En declaraciones a Autosport sobre el año de altibajos de Red Bull, Verstappen comentó: “Al principio también me sorprendí, pero si miras cuáles fueron nuestros problemas, lo entiendo completamente.
“En algún momento hemos ido en la dirección equivocada. Los demás equipos o bien no se han enfrentado a ese punto en particular todavía o han desarrollado el coche de una forma ligeramente diferente. Eso siempre es difícil de evaluar”.
Continuó: “Desde el principio me di cuenta de que las sensaciones eran muy diferentes a las del año pasado en cuanto a equilibrio. En aquel momento nuestro coche era mucho más rápido que los demás, o quizás debería decir que los demás no eran tan buenos en aquel momento, así que en ese momento todavía podíamos compensar nuestras dificultades.
“En las carreras siguientes la cosa fue empeorando cada vez más. En un momento dado, nuestro coche era muy difícil de conducir, pero al mismo tiempo los demás consiguieron grandes progresos”.
Verstappen describió las mejoras como “mucho más sensibles” en la última era del efecto suelo de la F1, que ha puesto énfasis en la carga aerodinámica generada por el piso, con los equipos luchando por correlacionar los mundos real y virtual.
Sin embargo, el holandés minimizó el impacto del viejo túnel de viento de Red Bull en su mala racha de mitad de temporada: el equipo ahora acumula ocho carreras sin ganar en una racha que se remonta al Gran Premio de España de junio.
“Es cierto que tenemos un túnel de viento bastante antiguo, pero hasta este año todo funcionaba bien”, dijo. “Algunas cosas son difíciles de entender. Eso también se ve en todos los demás equipos, excepto McLaren.
“Todos los equipos han tenido sus propios problemas, incluidos los equipos con túneles de viento modernos. Creo que es extremadamente difícil ajustar las cosas a la perfección o sacar exactamente los datos correctos. Eso puede deberse a muchos factores del propio túnel de viento o a su correlación con la pista”.
Por ahora, Verstappen se muestra optimista de que Red Bull ha dado un paso adelante después de que introdujeran una actualización en su fondo plano en el Gran Premio de Azerbaiyán y terminara segundo detrás de Norris en la siguiente ronda en Singapur.
“Sí, me sentí mejor”, confirmó Verstappen. “Eso ya fue un buen paso para nosotros. Creo que ahora vamos en la dirección correcta. Llevará algún tiempo. No se puede cambiar algo así en una o dos semanas. Pero creo que el equipo también estaba contento con lo que vio en Bakú”.
En cuanto a si lo peor de la temporada de Red Bull –incluido el punto más bajo de una actuación particularmente pobre en Monza– ya ha quedado atrás, se despidió: “Sí, creo que sí, para ser sincero. Ojalá podamos seguir dando buenos pasos a partir de ahora”.
