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El Gran Premio de Qatar no salió como estaba previsto para Mercedes, a pesar de que George Russell heredó la pole position de manos de Max Verstappen tras la clasificación. Russell tuvo que parar en boxes dos veces para terminar en cuarta posición, mientras que Lewis Hamilton terminó fuera de los puntos, la primera vez esta temporada que no consigue puntuar al ver la bandera a cuadros.
Hamilton recibió dos penalizaciones en su camino a la 12.ª posición y en un momento dado preguntó si podía retirarse en lo que resultó ser un día complicado para las Flechas Plateadas. El jefe del equipo, Toto Wolff, reconoció rápidamente qué salió mal y por qué la culpa debía recaer más en el coche que en sus pilotos.
“No fue un buen día en la oficina, perdimos todo el equilibrio en el auto de ayer a hoy, ambos tuvieron un subviraje terrible y simplemente se perdió el ritmo, lo cual fue extraño de entender”, dijo después.
“La carrera fue mala, creo que el auto fue muy difícil de manejar para ambos. Simplemente no giraba, como dije, cuando el agarre entra en juego, el subviraje es insoportable y ambos sufrieron con eso”.
Russell se clasificó segundo para el Sprint y en las 19 vueltas que duró la carrera logró mantenerse detrás de los dos McLaren a pesar de rodar en el aire sucio. Pero ese ritmo no se vio reflejado en el Gran Premio y se vio obligado a hacer una parada temprana en boxes para cambiar los neumáticos duros después de verse presionado por Oscar Piastri.
En retrospectiva, esa estrategia resultó ser errónea, ya que lo dejó en el tráfico, a lo que tampoco ayudó una parada prolongada en boxes. Terminó siendo el único coche de delante en entrar en boxes para cambiar neumáticos, aunque esa parada se vio al menos mitigada por estar en condiciones de Safety Car.
“Creo que si la carrera hubiera sido ayer, entonces era una carrera ganable, pero por el ritmo puro, creo que habríamos estado detrás de Lando [Norris] y detrás de Max [Verstappen], por lo que habría sido un podio sólido, pero obviamente salieron demasiadas cosas mal”, dijo Wolff.
“Esta [carrera] empezó a ir muy mal después de unas 15 vueltas, cuando nos dimos cuenta de que el coche no se equilibraba, el subviraje empezó a aparecer y empezamos a perder terreno respecto a los chicos que conducían delante de nosotros y a Piastri detrás de nosotros. Creíamos que cambiar el neumático y ajustar el alerón delantero nos pondría en una situación más cómoda, pero no fue así en absoluto”.
Russell se recuperó y terminó cuarto, gracias a un caos al final, que incluyó retiros y pinchazos de algunos de sus rivales. Hamilton fue uno de esos pilotos que sufrió un pinchazo, en una noche llena de acontecimientos en la que también fue penalizado por una salida en falso y por exceso de velocidad en el pit lane.
El siete veces campeón del mundo sonaba emocionado por la radio mientras continuaba teniendo dificultades durante el Gran Premio, en una línea similar a algunos de sus mensajes de radio en Brasil, donde parecía dar a entender que estaba listo para dejar atrás el equipo.
Pero Wolff ofreció una explicación de los problemas de Hamilton y de por qué podría resultarle más difícil la vida en la cabina del W15 que a Russell.
“Llegó un punto en el que casi no tenía sentido continuar. Pero si aparcas el coche, te llevas la penalización a Abu Dhabi, por eso tuvimos que ejecutarla”, explicó Wolff.
“Creo que una de las fortalezas [de Hamilton] es la forma en que puede frenar tarde y atacar la curva y ese auto no puede soportarlo… está claro que cuando eres muy fuerte en el freno, necesitas un auto que sea muy fuerte al entrar en las curvas y simplemente pisas el acelerador, necesitas mucha tracción y cuando el auto no te da nada de eso, es muy difícil conducir.
“Él lleva su corazón en la manga, expresas tus emociones y eso está absolutamente permitido, está bien”.
