Max Verstappen se enfrentará a una caída de cinco puestos en la parrilla en el próximo Gran Premio de Sao Paulo después de que Red Bull decidiera cambiar su unidad de potencia por sexta vez esta temporada.
Después de tener problemas para mantener el ritmo la última vez en México, el holandés espera dar un paso adelante y cerrar la brecha con sus rivales Ferrari y McLaren con un nuevo motor de combustión interna (ICE) este fin de semana.
A falta de cuatro pruebas, el circuito brasileño podría ofrecer las mejores oportunidades de adelantamiento para limitar los daños provocados por la penalización en parrilla, que sólo afectará al Gran Premio y no al Sprint.
Cada temporada, los pilotos pueden utilizar cuatro motores de combustión interna. Verstappen ya superó esta limitación en Bélgica, donde cumplió una sanción de 10 puestos en la parrilla de salida. Como esta es su segunda infracción, la consecuencia es una pérdida de cinco puestos.
Un documento publicado por la FIA también confirmó que el actual campeón del mundo utilizará un nuevo sistema de escape, pero no incurrirá en ninguna penalización por ello ya que todavía está dentro de la asignación de ocho.
La FIA afirmó: “El motor de combustión interna utilizado por Max Verstappen será el sexto (6º) de los cuatro (4) nuevos motores de combustión interna permitidos para la temporada del Campeonato de 2024 y esto no se ajusta al Artículo 28.2 del Reglamento Deportivo de Fórmula Uno de 2024”.
Además, su compañero de equipo en Red Bull, Sergio Pérez, competirá con un nuevo chasis este fin de semana con la esperanza de recuperar el segundo puesto en la clasificación de constructores; actualmente están a 25 puntos de Ferrari.
Verstappen tendrá la oportunidad de ampliar su récord de ganar todos los Sprints en 2024 antes de que se aplique la penalización en el Gran Premio, lo que podría ayudarlo a ampliar su ventaja sobre Lando Norris en el campeonato de pilotos.
Controlar su ritmo inconsistente será una prioridad para Red Bull este fin de semana, especialmente con McLaren incorporando más mejoras a su alerón trasero mientras apuntan a su primer título de constructores desde 1998.