El director del equipo Haas, Ayao Komatsu, está ansioso por dejar atrás el fin de semana del Gran Premio de Mónaco, en el que ambos autos fueron descalificados de la clasificación y comenzaron desde el final del campo para la carrera.
Como si eso no fuera suficientemente malo, ambos autos se vieron involucrados en un accidente considerable con el Red Bull de Sergio Pérez, lo que sin duda deja a ambos equipos con una considerable factura de reparación.
En una era de límites de costos, cualquier daño es desafortunado, pero recibir un golpe en ambos autos sin duda tendrá un efecto en cadena para que Haas pueda realizar las actualizaciones a tiempo. Todo eso está lejos de ser ideal, con Williams y Alpine anotando en Mónaco mientras comienzan a reducir la brecha con el equipo estadounidense en la categoría de constructores, mientras que RB se adelantó más gracias al octavo lugar de Yuki Tsunoda.
“A partir de P19 y P20, teníamos un plan estratégico alternativo para tratar de sacar algo de provecho, pero desafortunadamente nuestra carrera terminó en la primera vuelta”, dijo Komatsu. “Ha sido un domingo para olvidar y sólo tenemos que aprender de este fin de semana, seguir adelante y conseguir un buen resultado en Canadá”.
Kevin Magnussen fue más contundente: el danés fue el catalizador inicial del accidente después de intentar pasar a Pérez después de la primera curva. Los comisarios lo vieron como un incidente de carrera, lo que al menos significó que Magnussen no recibió ningún punto de penalización y se le prohibió la carrera, pero eso fue un pequeño consuelo considerando todo.
“Es frustrante y una caída como ésta tiene un gran coste para el equipo en términos de repuestos y fabricación de piezas nuevas, además de mucho trabajo para el equipo. Simplemente nunca es bueno”, dijo Magnussen después de la carrera.
Haas tiene al menos un plazo de 10 días para intentar arreglar sus coches antes del Gran Premio de Canadá, aunque aún está por ver si hubo algún daño en los motores o en el chasis por el accidente. Ambos pilotos también podrían perder una caja de cambios de su grupo, lo que podría tener ramificaciones en el futuro.
Con todo, entre el límite de costos, la redistribución del trabajo y los posibles retrasos en las actualizaciones, el daño a componentes clave y el hecho de que sus rivales anotaron, Mónaco no podría haber sido peor para un equipo que hasta ahora había comenzado la temporada con tanta fuerza.