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La sede del Gran Premio de España, el Circuit de Barcelona-Catalunya, contará con una configuración revisada para la carrera de este año , la octava ronda del campeonato. Además, la pista contará con nuevas características de seguridad e instalaciones de paddock renovadas.
El circuito a las afueras de Barcelona albergó por primera vez el Gran Premio de España en 1991, donde Ayrton Senna y Nigel Mansell compitieron rueda a rueda por la gloria del campeonato, y ha sufrido varios cambios desde entonces.
En 2007, se introdujo una chicane antes de la última curva en Barcelona, pero este año, la chicane (actualmente las curvas 14 y 15) se eliminará para devolver la sección a su diseño original.
Se introducirán nuevas barreras TECPRO en las dos últimas curvas de alta velocidad y la longitud oficial de la pista del Gran Premio de España será de 4.657 kilómetros, 18 metros menos que la pista anterior.
El trazado español también sufrirá otros cambios, con una ampliación de la escapatoria en la curva 1, incluyendo 70 metros más de tierra más una pendiente del 5%, y una nueva valla de protección de las curvas 1 y 2 para mejorar la seguridad de los pilotos .
El marcador en la salida del pit lane se remodelará para 2023, incluida una torre de señalización “más moderna”, además de volver a pintar y reemplazar los bordillos y las barreras de neumáticos.
Finalmente, las áreas corporativas y de hospitalidad del edificio de boxes largos a lo largo de la recta principal se ampliarán y modernizarán, mientras que los baños permanentes en las áreas de fanáticos se renovarán para el Gran Premio de España de 2023 del 2 al 4 de junio.
