George Russell se quedó preguntándose qué habría pasado después del Gran Premio de Sao Paulo, ya que su liderazgo en la carrera se transformó rápidamente en un decepcionante cuarto puesto después de una parada en boxes en un mal momento.
El piloto de Mercedes se clasificó fuerte en el segundo lugar y aprovechó al máximo su posición para arrebatarle el liderato al poleman Lando Norris al entrar en la primera curva de la carrera.
Parecía controlar el campo de forma dominante, manteniendo al rápido McLaren alrededor de un segundo detrás de él y aprovechando la falta de DRS en las condiciones climáticas húmedas.
Sin embargo, el equipo decidió llevarlo a cambiar neumáticos durante un período de Auto de Seguridad Virtual, una medida que fue replicada por el equipo de boxes de Norris para colocar a los líderes de la carrera con neumáticos intermedios nuevos.
Poco después de regresar a la pista, se sacó una bandera roja para recuperar el Williams de Franco Colapinto después de que chocara contra la barrera en la recta de boxes. El incidente dio la oportunidad a otros de hacer su parada en boxes sin perder tiempo en la carrera, lo que provocó que Russell y Norris perdieran significativamente.
Cuando se le preguntó sobre sus pensamientos sobre el resultado, dijo: “Bueno, mi opinión es que si nos hubiéramos quedado fuera, habríamos sido primeros en el reinicio por delante de [Esteban] Ocon, Max [Verstappen] y [Pierre] Gasly.
“Es mucho más fácil liderar desde el frente. No sé dónde podríamos haber acabado, pero en ese momento estaba bastante enfadado porque quería quedarme fuera”.
La lluvia casi constante durante todo el día provocó una parrilla mixta que vio a Verstappen pasar del P17 al P1, con el dúo Alpine de Ocon y Gasly uniéndose a él en el podio.
En un fin de semana en el que las condiciones adversas alteraron el orden de llegada esperado, Russell sintió que podría haber conseguido un resultado mucho mejor, especialmente después de liderar el Gran Premio durante más de 30 vueltas.
“Fue un gran desafío, pero estábamos cómodos”, explicó. “En esas primeras 30 vueltas, todo estaba bajo control. Teníamos una diferencia de 12 segundos con el tercer puesto, y solo pude controlar mi diferencia con Lando.
“Obviamente, esas tres vueltas fueron muy, muy difíciles en la parte central, y por eso quería quedarme, porque tenía mucha, mucha confianza en que saldría el Safety Car o habría una bandera roja. Inevitablemente, así fue porque era imposible conducirlo”.